Hemodiálisis

La hemodiálisis es un procedimiento médico que filtra y elimina desechos, toxinas y exceso de líquidos de la sangre cuando los riñones no funcionan adecuadamente. Durante la hemodiálisis, una máquina bombea la sangre a través de un filtro (dializador) y la regresa al organismo.
Preparación del paciente para la hemodiálisis
Los pacientes con Enfermedad Renal crónica avanzada requieren un enfoque multidisciplinario para decidir y planear el tratamiento. Antes de iniciar, se requiere una cirugía ambulatoria para crear un acceso vascular, ya que las arterias y venas suelen ser pequeñas.
¿Cómo saber cuál es la mejor opción para ti?

En consulta con un cirujano vascular hará una valoración que incluye una evaluación de tu historial clínico (comorbilidades, antecedentes, edad), exploración física, Ecografía-doppler y pruebas complementarias.
Accesos vasculares
Los accesos son pequeñas aperturas en la piel a través del vaso sanguíneo, son necesarios para que el paciente pueda conectarse al dializador y poder extraer la sangre de forma segura.
Catéter venoso
No es un acceso permanente, se utiliza de forma transitoria. Se introduce en una vena del cuello o debajo de la clavícula.
Injerto arteriovenoso (AV)
Se coloca un tubo de plástico bajo la piel para unir una vena del brazo con una arteria. Su maduración es de tres semanas aproximadamente.
Fístula arteriovenosa (AV)

La opción más recomendada es una fístula arteriovenosa (AV). En una cirugía menor, se conecta una arteria con una vena, generalmente en el brazo, permitiendo un alto flujo sanguíneo y facilitando la colocación de agujas.
Generalmente, la vena tardará alrededor de seis semanas en expandirse y fortalecerse, posteriormente podrá insertarse la aguja de la hemodiálisis.
Ventajas de la fístula:
- Mayor durabilidad y seguridad
- Menor riesgo de infecciones y complicaciones
- Mayor flujo sanguíneo para una diálisis más eficiente
- Menos intervenciones a largo plazo
Complicaciones
- Algunas de ellas son:
- Trombosis
- Estenosis
- Aneurismas
- Hematomas
- Infecciones
- Sangrado excesivo
- Síndrome de robo
Para asegurar su funcionamiento y evitar complicaciones es necesario mantener el acceso limpio y revisar su flujo diariamente. Otros cuidados:
- Lavarse las manos con agua y jabón antes y después de tocar el acceso.
- Mantener limpia la zona alrededor del acceso de diálisis.
- No dormir sobre el brazo con el acceso.
- Proteger el acceso de golpes o cortes.
- Evitar cargar peso excesivo.
- Utilizar el acceso únicamente para conectarse con el dializador.
Consulta con el especialista en accesos vasculares

Si tu médico te ha indicado que debes prepararte para recibir diálisis, como angiólogo y cirujano vascular, te ofrezco una valoración especializada y acompañamiento en la planeación y construcción del acceso.
En ocasiones las personas que requieren un acceso ya tuvieron algún acercamiento por lo que sí requieren escuchar una segunda opinión o resolver cualquier duda, también pueden beneficiarse de la visita.
Además, aquellos que ya tienen un acceso deben recurrir a una consulta en caso de presentar enrojecimiento, cambios en el flujo, hinchazón, calor o dolor en la zona del acceso.